Camille Chabert, un quesero visionario, fundó su empresa en 1936, con el deseo de promover el buen hacer y las técnicas de producción locales. Su hijo Gérard, maestro quesero diplomado, se incorporó en 1965 a este negocio familiar, que ocupa una explotación frutícola de Annecy-le-Vieux, en la región francesa de Alta Saboya.

Hoy más que nunca esta familia, profundamente vinculada a su tierra, quiere mantener vivas sus tradiciones cumpliendo a la vez los más altos estándares de exigencia.

Para conseguirlo y responder a las exigencias de los mercados internacionales, Fruitières Chabert no deja de innovar y de buscar nuevas tecnologías susceptibles de optimizar cada etapa de la producción de queso reblochon, como la clasificación y el pesaje, antes del afinado en bodega. El objetivo pasa por cumplir estrictamente las normas que impone la denominación de origen protegida de sus quesos, avalada por varias etiquetas de calidad.

Problema

Fruitières Chabert deseaba optimizar las líneas de producción de su famoso queso reblochon, manteniendo los estándares de calidad actuales y, al mismo tiempo, cumpliendo la normativa de la industria alimentaria.

Solución

La quesería ha adoptado una solución desarrollada por Fine-Spect: una báscula de control de fácil limpieza, que utiliza la célula de carga digital FIT7A, se encarga de controlar la línea de envasado, descartando de forma inmediata y eficiente los productos con un peso no aceptable.

Resultados

La célula de carga FIT7A permite alcanzar altas velocidades de envasado, al tiempo que mide con precisión y fiabilidad. Está sellada herméticamente y presenta una alta resistencia a la corrosión. Es una garantía de longevidad en condiciones extremas y admite procesos de limpieza rápidos, de conformidad con la normativa de la industria alimentaria. Además, es compatible con los protocolos de comunicaciones estándar, lo que simplifica la puesta en marcha, las reparaciones y el mantenimiento.

 

Chabert y Fine-Spect: colaboración hasta el gramo más cercano

Fruitières Chabert ha recurrido a varias empresas de reconocido prestigio y experiencia, siempre con el objetivo de optimizar sus líneas de producción y envasado, sin renunciar ni un ápice a la calidad y respetando las exigencias del sector alimentario.  Los requisitos de la Appellation d’Origine Contrôlée de Francia son muy rigurosos. En consecuencia, cualquier proveedor de tecnología debía ser capaz de adaptarse a todas las certificaciones necesarias para comercializar los quesos dentro y fuera del país, preservando al mismo tiempo el savoir faire local, en la mejor tradición saboyana.

Reblochon de Savoie AOP: 13 cm de diámetro y cerca de 500 g

En lo que respecta a las operaciones de pesaje y clasificación, los quesos, y en particular el famoso reblochon de la familia Chabert, requieren un alto grado de precisión y fiabilidad. Era imprescindible recurrir a un socio capaz de cumplir todos los requisitos de producción alimentaria en términos de rendimiento metrológico, fiabilidad y solidez.

Por todo ello, Chabert se puso en contacto con Fine-Spect, una empresa especializada en clasificación dinámica, calibración y pesaje, con experiencia en fabricación de máquinas para la industria agroalimentaria. Está empresa goza de un sólido prestigio por la calidad de sus diseños y colabora desde hace mucho con HBM.

Células de carga FIT7A: a la altura del desafío

El elemento clave de la báscula de control desarrollada para Chabert es la célula de carga digital FIT7A de HBM. Esta célula de carga utiliza tecnología de galgas extensométricas y ofrece prestaciones de pesaje dinámico imbatibles dentro del sector alimentario.

Según explica Jean Marc Dumont, fundador de Fine-Spect: “Necesitábamos una célula de carga que fuera capaz de responder a las nuevas expectativas y especificaciones del mercado”. En concreto:

Altas prestaciones metrológicas.

Ultrarrápida, para adaptarse a unas velocidades de envasado cada vez más altas.

Solidez y fiabilidad a largo plazo.

Perfectamente estanca y resistente a la corrosión, a la medida de los requisitos de limpieza a alta presión de la industria láctea.

Trazable hasta los organismos oficiales  relevantes.

Compatible con los protocolos de comunicaciones estándar del sector.

“Fine-Spect confió en Hottinger Brüel & Kjær y en su producto insignia para pesaje dinámico, la célula de carga digital FIT7A”.

Fine-Spect, Fruitières Chabert y HBK: tres mosqueteros para elaborar el mejor queso*

La línea de envasado empleada para clasificar el queso reblochon antes de enviarlo a la bodega para el afinado debía ser fiable y duradera. En ese sentido, el Sr. Favre, director industrial de la quesería Chabert, subraya el valor de la experiencia de Fine-Spect: “En algunos momentos, esta instalación se somete a unas condiciones extremas. Por ejemplo, cada día se desmonta y se limpia con vapor a alta presión, de acuerdo con la normativa del sector alimentario. Por ello, es fundamental que los equipos sean robustos y del más alto nivel, de modo que nuestros técnicos puedan resolver con rapidez cualquier dificultad. La solución que nos ha suministrado Fine-Spect, con transductores FIT7A de HBM, ha sido un gran éxito que destaca por su eficacia”.

Para Fruitières Chabert, el peso individual de cada producto tiene una importancia capital. Por ello, la máquina clasificadora separa cualquier producto con un peso no aceptable y aporta una visión exacta de la producción del día. Conocer con precisión el peso del queso una vez elaborado es también un indicador del proceso de desuerado y ayuda a controlar la producción. Hottinger Brüel & Kjær ofrece sensores innovadores que dan solución a la problemática de cada una de estas operaciones.

La marca HBM cuenta con 70 años de experiencia y conocimientos en el campo de la instrumentación y el pesaje en líneas de envasado. Es un experto de fama internacional y ostenta una posición de liderazgo en todos los sectores. Fruitières Chabert es otro ejemplo de una colaboración fructífera.

Fruitières Chabert

Fruitières Chabert es una empresa familiar del sector lácteo que lleva tres generaciones elaborando quesos y otras especialidades, con un profundo respeto por la tradición, el patrimonio y la tierra de Saboya, en la región francesa de Auvernia-Ródano-Alpes. Su actividad se inició en 1936. En un principio solo elaboraba queso emmental pero, con el tiempo, ha ido diversificando y ampliando su producción. Sus quesos se venden al corte y en formatos de autoservicio en comercios especializados, supermercados y tiendas de conveniencia. En este tiempo, la empresa se ha internacionalizado y hoy día es un especialista en exportación de quesos de leche cruda y pasteurizada.

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